Se acerca la primavera, esta estación llena de luz y clima apacible que nos anima a emprender cosas hermosas. La vida nos aporta más vida, y ahora es el mejor momento para crear vida. 

En este último tiempo pasamos mucho más tiempo en casa por lo que es aconsejable crear un espacio agradable y vital, y la propuesta que os traemos hoy puede ser además un gran aprendizaje para toda la familia. Qué mejor forma de dar vida a nuestra casa que creando un huerto, que además de aportarnos alimento nos traerá paz, armonía, aromas, colores… No requiere mucho espacio y podemos plantar hortalizas, flores comestibles o plantas aromáticas. Podemos crear nuestro huerto prácticamente en cualquier lugar, un patio o jardín, pero también en la terraza, el balcón o incluso las ventanas. 

Poco a poco también empiezan a verse huertos urbanos en Escuelas y Comunidades de Vecinos, instalando huertos en zonas comunes como jardines y azoteas. Con estas iniciativas se fomenta reforzar las relaciones vecinales, promover la educación ambiental, reducir las emisiones de CO2, e incluso mejorar el rendimiento energético de nuestros edificios. Para crear un huerto en una zona comunitaria no es necesario ningún permiso administrativo, tan sólo la aprobación de la Comunidad de Propietarios por unanimidad. 

¿Empezamos?

Lo primero que vamos a hacer es decidir dónde vamos a instalar nuestro huerto y qué vamos a plantar en él. Hay muchas guías que incluyen calendarios de siembra que te ayudarán a elegir qué cultivar dependiendo de cuándo comiences tu huerto en casa.

Te aconsejamos ésta que elaboraron desde un centro educativo de la Comunidad de Madrid.

1. La luz

La luz es muy importante para nuestro huerto.  Las plantas necesitan luz para convertir en alimento los nutrientes que toman del suelo. Estimula el enraizamiento de las plantas y es imprescindible para la fotosíntesis. La mayoría de las plantas, incluidas muchas verduras, hierbas y frutas, necesitan al menos 6 horas de sol para vivir. Es importante que tengamos ésto en cuenta cuando elijamos la ubicación de nuestro huerto. 

2. La tierra

La tierra de nuestro huerto va a ser el hogar de nuestras plantas. Es importante que elijamos una buena tierra, ya que de ella se va a nutrir nuestras plantas. Para enriquecerla puedes utilizar compost, humus de lombriz, fibra de coco, y también puedes incluir en tu huerto una parte de siembra de “abono verde”, que son cultivos de plantas que mejoran el suelo y le aportan elementos nutritivos para preparar próximos cultivos. Este método te será muy útil a medio y largo plazo. A la hora de elegir tu sustrato ten en cuenta que las hortalizas requieren muchos nutrientes y al cultivarlas en recipientes en vez de directamente sobre suelo debemos regar más a menudo. 

3. Recipientes de cultivo

Vamos a necesitar recipientes de cultivo. Existen en el mercado multitud de mesas de cultivo para huertos urbanos, y también puedes utilizar tiestos o reciclar envases usados como pueden ser botellas de plástico, cajones de muebles viejos, cajas o palets. 

4. La siembra

Una vez tenemos preparados nuestros recipientes del huerto llega el momento de la siembra. Como es nuestra primera vez, vamos a hacerlo a través de plantones, que podemos adquirir en cualquier vivero. Recuerda sembrar plantas que puedan crecer en el periodo del año en que comiences la siembra. Para temporadas posteriores podremos obtener las semillas de nuestro propio cultivo seleccionando aquellas plantas que mejor cosecha hayan producido. 

5. El agua

El agua va a ser nuestra mejor aliada junto con la luz a partir de ahora. Cada especie requiere una cantidad de agua. Para un huerto en casa podemos regar con una regadera, no es necesaria una gran infraestructura. Ten en cuenta que el exceso de agua pudre las raíces de las plantas y provoca la aparición de hongos. 

6. Cuidados

Nuestro huerto requiere unos cuidados: dedícale tiempo cada día, no olvides regar con frecuencia, abonar la tierra, proteger tus plantas de las inclemencias del tiempo, así como vigilar la aparición de enfermedades o plagas. 

Cultivar un huerto en nuestro hogar nos va a ayudar a reducir el estrés, consumir alimentos que hemos cuidado con nuestras propias manos, disfrutar de tiempo en familia, y por supuesto a reducir gastos en casa.