Hacer pan es un placer….

Capítulo primero: la masa madre

Pues sí, hacer pan es un placer para nuestros sentidos que merece la
pena experimentar, y hoy vamos a ayudarte a elaborar tu propio pan
y a disfrutar con su elaboración, empezando por el principio, la masa
madre.
Para crear ambiente te aconsejamos que el lugar donde elabores
tenga una temperatura agradable y te proponemos una pieza
musical
¡Nos gusta impregnar todo lo que
hacemos de armonía y tranquilidad creando un espacio saludable en
todos los sentidos!

La preparación que vamos a iniciar es la base fundamental de buen
pan. La masa madre aporta sabor, aroma, esponjosidad y crea de
forma natural las bacterias necesarias para un pan fermentado. Si
hacemos nuestros panes con masa madre no será necesario añadir
levaduras artificiales y conseguiremos un pan único: nuestro pan.

La elaboración de nuestra masa madre es muy sencilla, aunque nos
llevará algunos días y nuestro éxito dependerá de las condiciones
ambientales y los cuidados que le prestemos. ¡Manos a la masa!

Qué necesitas….
-Harina de centeno integral
-Agua
-Recipiente con tapadera, preferiblemente de cristal y no muy
pequeño.
-Paño de tela
-Báscula de cocina

Arrancamos: primer día
La masa madre crece y crece cada día por lo que empezaremos su
elaboración con cantidades muy pequeñas, 50 g de harina y 50 ml de
agua serán suficientes. Mezclamos hasta conseguir una masa
homogénea y reservamos en el recipiente cubriendo con el paño de
tela hasta el día siguiente. Durante estas horas es importante que
creemos un ambiente cálido donde las bacterias puedan empezar a
hacer su magia.


Continuamos: segundo día
La elaboración de hoy es muy sencilla pues vamos a volver a repetir el
mismo proceso tal cual lo hicimos ayer. ¡Nuestra masa madre
necesita alimento y es el momento de proporcionárselo! Recuerda
que la calidez en la temperatura es importante.

Empieza la fiesta: tercer día
Destapamos nuestro tarro y ya podemos apreciar algo de actividad
en nuestra masa. Lo que en principio sólo era una mezcla de harina y
agua empieza a dar frutos, ha aumentado un poco su volumen y ya
podemos ver actividad bacteriana y oler un leve aroma a fermento
¡Pon música y disfruta de la vida que has ayudado a crear!

Es momento de volver a alimentar la masa madre, añadiendo las
mismas cantidades de harina y agua que en días anteriores, remover
y cubrir con nuestro paño y mantener al calor del hogar.

Mañana más….

Ya la tenemos casi lista: cuarto día
Hoy el olor a fermento es más fuerte y puedes apreciar burbujas en
nuestra masa, que va fermentando poco a poco. El aumento de
volumen será algo mayor y la masa será más esponjosa. Como cada
día, vamos a alimentarla de nuevo (recuerda, 50 g de harina y 50 ml
de agua) y a dejar que la naturaleza haga el resto. ¡Hasta mañana!

Nuestra masa ya es adulta: quinto día
Si hemos seguido todos los pasos diariamente y la temperatura nos
ha acompañado de forma cálida y amable ya tendremos nuestra
masa madre en plena actividad. Es posible que necesitemos algún día
más si la temperatura es fría, en ese caso tan sólo tendremos que
repetir el proceso de ayer.
La alimentamos de nuevo, como cada día, pero en esta ocasión
añadimos 100g de harina y 100ml de agua y dejamos actuar durante
unas 8 horas.

¿Y ahora qué?
Ya tienes tu masa madre lista para hacer pan y aportar todos los
beneficios que contiene. Si no vas a utilizarla tápala (esta vez con la
tapadera del recipiente) y sólo tendrás que alimentarla una vez por
semana. Cuando vayas a elaborar pan aliméntala y déjala cubierta
con el trapo a temperatura cálida durante unas 5 horas para que
vuelva a activarse.
Consejo: el resultado de estos días es una cantidad muy grande de
masa madre que posiblemente no necesites en una misma elaboración.

Te proponemos que congeles una parte de esta masa y
empieces a experimentar con el resto. ¡De esta forma siempre tendrás
masa madre lista!

La masa madre que hemos creado es fuerte y sana, para Cuatro Soles
es la masa entre las masas. No tiene ese aspecto que solemos ver en
fotografías en la red, pues la masa madre de centeno integral es muy
especial, no aumenta tanto su volumen como otras masas ni tiene ese
aspecto cremoso tan habitual en otras masas madre. Es una masa
totalmente distinta y única con la que se consiguen panes distintos y
únicos, nos apasiona elaborar pan con ella y por ello hemos querido
compartir contigo su proceso de elaboración, que sólo es el inicio de
una serie de entradas de este blog en las que te vamos a acompañar
a disfrutar de hacer tu propio pan en casa.
¡¡¡Bienvenid@ a la Comunidad Cuatro Soles!!!